domingo, 24 de junio de 2012

Egipto: Sin razones para celebrar



El día de ayer, el Comando Supremo de las Fuerzas Armadas de Egipto proclamó a Muhammad Morsi como nuevo Presidente de Egipto. Morsi, de 51 años, era el candidato del Partido Libertad y Justicia, uno de los vehículos electorales que utilizó la Hermandad Musulmana para estos comicios. El resultado final anunciado fue mucho más estrecho de lo esperado, obtuvo el 51,7% de los votos frente a Ahmed Shafiq, el candidato del establishment militar de Egipto y ex primer ministro de Hosni Mubarak.

El poder real que tendrá el nuevo presidente será muy limitado. Los militares han cambiado las normas, restándole atribuciones en las áreas de presupuesto, seguridad interna, relaciones internacionales y la dirección de las Fuerzas Armadas. De hecho el parlamento recién elegido, donde la Hermandad Musulmana tenía mayoría, fue disuelto por los militares hace un par de días, con lo cual la redacción de la nueva constitución recaerá seguramente en manos de políticos cercanos a los generales.

El peligro de la elección de Morsi radica menos en lo que pueda hacer él desde la presidencia y más en que los continuos conflictos con las fuerzas armadas, puedan generar una reacción violenta en la población que concluya en la consolidación de un régimen islamista en Egipto.

Lo que es seguro es que Egipto seguirá siendo en el futuro próximo una gran fuente de inestabilidad en el Medio Oriente, y esas no son noticias para celebrar





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