
El día de ayer se celebró en el estado de Wisconsin (USA), un referendo para decidir sobre la revocatoria del mandato de Scott Walker, el gobernador republicano del estado, elegido en el 2010.
El pecado de Walker es que poco después de ser elegido, se atrevió a desafiar a los poderosos sindicatos del sector público de su estado, quienes durante décadas lograron obtener generosas compensaciones por parte del estado.
Al no obtener respuesta positiva de los sindicatos para recortar parte de estos beneficios, debido al grave déficit que soporta Wisconsin, Walker pasó una ley para reducir el poder negociador de los sindicatos.
La reacción de los sindicalistas y sus aliados demócratas no se hizo esperar, organizando violentas manifestaciones para presionar al Gobernador y a los legisladores de su partido. Pero Walker no retrocedió y la legislación y los recortes se dieron. Una vez más, los sindicalistas no se cruzaron de brazos, e iniciaron un proceso para revocar el mandato, primero de varios legisladores y finalmente del mismo Walker.
Se inició con eso una campaña multimillonaria por parte de ambos bandos. Estos referendos revocatorios en Estados Unidos, tienen la particularidad de que los votantes eligen entre el mandatario actual y quienes quieren sucederlo.
En la elección del martes se enfrentaron Walker y el candidato demócrata Tom Barrett, actual alcalde de Milwaukee.
El resultado no fue estrecho. Walker fue ratificado con el 53% de los votos. Gran victoria para los conservadores.
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